lunes, 28 de diciembre de 2009

Nueva palabra a definir...

INFINITO


infinito, ta.

(Del lat. infinītus).

1. adj. Que no tiene ni puede tener fin ni término.

2. adj. Muy numeroso o enorme.

3. m. Lugar impreciso en su lejanía y vaguedad. La calle se perdía en el infinito.

4. m. En una cámara fotográfica, última graduación de un objetivo para enfocar lo que está distante.

5. m. Mat. Valor mayor que cualquier cantidad asignable.

6. m. Mat. Signo (∞) con que se expresa ese valor.

7. adv. m. Excesivamente, muchísimo.

V.

línea infinita

proceso en infinito


viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad

1. Faltaban escasos minutos para que el primo Mordecai llegará para celebrar la cena de Nochebuena con el resto de la familia. Había dejado sus ganados y sus pastos a millares de kilómetros y comenzó el pesado viaje. Sabía que él se encontraría mejor en la soledad de sus pensamientos, solamente acompañado por sus rebaños. Pero no podía decir que no a su hermana pequeña y tendría que morderse la lengua con las costumbres modernas de sus alocados parientes. Hubiera preferido que ellos le visitaran, pero no quería cargar a su hermana y sus sobrinos con tal pesado viaje. Estaba todo preparado y nadie faltaba, excepto Mordecai que aún no había llegado. De repente, se escucharon dos disparos y el chasquido del cristal de las ventanas del piso de arriba al romperse. Salieron para ver qué había ocurrido. Mordecai sostenía su rifle apuntando a lo que parecía un desconocido. Como resultado dos ventanas rotas y el adorno de Papá Noel escalando casas destrozado. Mordecai nunca llegaría a entender esas costumbres tan estúpidas.

2. Jesús: Pero, ¿yo no había nacido en verano?
Dios: Calla, copón. No ves que he firmado un acuerdo con el Corte Inglés y nos vamos a hacer de oro.
Jesús: ¿Para eso me dejé crucificar?
Dios: No protestes tanto y mira a Papá Noel, contrato con Coca-Cola y ahora está montado en el dólar.
Jesús: Hay que joderse.
Dios: Cómo no dejes de quejarte vas a volver a darte un paseíto con los mortales.
Jesús: Pues está el patio como para dar un paseíto.
Dios: Sí que es verdad.
(Con esto me gano la excomunión.)

3. El espíritu de la Navidad temía que llegará el fatídico día en el que una vez saldría pisoteado, así que dejó un mensaje en la puerta de su casa que rezaba:
“Seguid haciendo el ejercicio de hipocresía de todos los años, abstraeros de todo lo malo como acostumbráis cotidianamente, cebaos con una opípara cena, agasajaos con espléndidos regalos y reuníos para compartirlo con vuestros semejantes sin pensar en lo que realmente debería significar esta fecha. Pero a mí dejadme en paz de una puñetera vez, cojona."
PD: Saludos desde Honolulu.

PD (el de verdad): Trabajando en Navidad, soy tan productivo como Papá Noel o nuestro monarca Juanca.
Por una Navidad similar para todos y entonces así podría ser completamente…


…Feliz Navidad.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Silencio

¡Que calle la música que no me deja escuchar!
Hasta el susurro del viento se ahoga
Porque hoy, sólo hoy
Mis sueños
Son.

Las olas del mar hoy me dan igual, como si quieren rugir
Mis pisadas se mueren en la timidez de la noche
Los pájaros se remueven en silencio
Para asomarse en sus nidos
El alba dejó de llorar
La Luna miró
Y me vio
A mí.
Parado
Silencioso
Esperando allá
Porque el Sol ya no era,
Era la hora de la serena dama
Y Selena, en su trono miraba con pena
Como su más fiel siervo en la faz de la tierra
Le abandonaba en su canto para oír una más bella melodía.

Hoy
Da igual
Cuántos sueños
Que parten a morir raudos
Se aniden esta noche en mi corazón.




Esta es mi noche, el silencio es la más perfecta armonía
Entre mis sueños y las notas del silencio de tu voz.


PD: Vuelvo a publicar en nombre de Fer. Tal y como dije la otra vez espero que os guste. Saludos.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Silencio

1. Conjugación sonora de la nada.

2. Joder, otra vez igual. Siempre lo mismo. Debía ser el follador más asqueroso del planeta.

3. loc. islñ. (localismo isleño) Antónimo de Chory. (Perdón por el localismo)

4. Joder, otra vez igual. Siempre lo mismo. Debía ser el contador de chistes más asqueroso del planeta.

5. Iolereiolereiolere( )iu( )iolerei( )iu( )iolerei( )iu

6. Joder, otra vez igual. Siempre lo mismo. Debía ser el pedidor de casatés conmigo más asqueroso del planeta.

7. ¡Shhhhhhhh!

8. –Mamá, creo que voy a suicidarme
- ...
- Lo sabía. Sabía que tenía la madre más asquerosa del planeta.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Noche

1. Una deshilachada soga blanca serpentea hacia el ático del firmamento. El nivel de cientos de mares cobrizos ha ido disminuyendo mientras su espuma se desvanecía. Las paredes parecen rugir un cántico apenas acallado por el vocerío de la multitud. El olor a depravación inunda todos los resquicios.
Parece que el fin del mundo va a ser esta noche y yo estoy encerrado en un bar.


2.
Aprendí de la dictadura
que comandan tus ojos,
oscuros como una noche,
que cuenta igual una luna
que una treintena de soles.

Noches claras de verano,
alguna brisa fresca
y cielos estrellados.
La madre estrella puesta,
gatos en los tejados.
Tu cuerpo y las aceras.
Mi cuerpo y tu regazo.
Tu cuerpo y un regalo.

Cientos de ellas acuden
en cajitas de docenas
y al pasar te recubren
del humo de miles de velas.
Mientras el humo sube
algunas acunan estrellas
y otras acunan nubes.
Otras lloran lo que tuve.

Aprendí de la dictadura
que comandan tus ojos,
oscuros como una noche,
que cuenta igual una luna
que una treintena de soles.


3. Los testículos del padre de Beyoncé latían en el cuello de su útero. Supongo que por eso cuando me acerqué a ella, la vagina me miró intensamente y con una voz desagradable me gritó “¡¡Es culpa tuya, es culpa tuya!!”.
Me desperté lamentando haber comido tanto antes de acostarme.


4.
Horas nocturnas en compañía
de la voz de mis pensamientos.
En el viento se perdieron deseos
de que duerma bien como intentos.
Tres y cuarto informa mi reloj,
cuando presiento,
que tres cuartos de la noche
los pasaré comiendo techo.
A solas con la voz que juega a romper el equilibrio
en medio del salón central de mi cerebro.
Autopsias del yo interno.
La certeza de que llegará un día nuevo
y yo seguiré en el infierno de ojos abiertos.
Y vueltas y volteretas con las sábanas
la proximidad de la mañana,
la ansiedad y las cábalas.
Espántalas, mátalas, sácalas de mi cabeza.
Pido una ayuda que no venga en cápsulas.
Pesan las deudas a Morfeo.
Reo de mis propias imaginaciones,
creo que me quedan tres horas para levantarme
y tres y cuarto para coger el sueño.
Empeño mis frustraciones en un abismo de horas.
Colgado del plafón del techo
disimulo que algo dentro de mí llora.

Quizás padezca insomnio,
o quizás sea una maldición del demonio,
la opinión de mi almohada
es que es la conciencia.
No puedo dormir si fuera reinan
el caos y la violencia
No puedo descansar
mientras sepa que fuera manda gente
que se dedica a matar.
Mientras sepa que se nos hace tarde,
se nos muere en las manos el planeta
y nos peleamos entre nosotros
con Alqaedas y ETAs.
Si mi vecino está más preocupado
por el regalo de los Chocapic
que por la muerte por inanición
de un niño en Brasil.
Y sí, todo eso pienso mientras me peleo
con mi colchón en silencio.
Y dura la sinfonía de ruidos,
y dura la agonía muda
del que regala sus noches en vela a oscuras.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Noche

Intranquilas trazas de frío que me cortan
La piel al paso del tiempo
Los astros observan mi imagen
Y mi imagen fluye en incierto
Camino de sombras, austero paisaje
Que la Luna esconde, que la tierra llora.

Mis pasos compasan sus notas
Que me regulan el ritmo del palpitar
Ahogando un susurro plagado
De tantas cosas que contar
Cuando la voz se quiebra, rota
Faroles alumbran las huellas de lo andado.

Cobijo ansía la reinante oscuridad
Entre fogones que alumbran el camino
La ansiedad se vuelve cristal imperfecto
Refractando pasiones que no se han vivido
Que se ocultan a un sueño certero
Que canta letanías a la “madrugá”.

Envuelta en la niebla, prosigue la noche
Huyendo de cualquier majestuosidad
Recordando incesante cualquiera
De esos momentos de risa fugaz
Tejiendo el temor y, a uno, su propio reproche
De la misma cama vacía al regresar.

____________________________________Fer

PD: Aunque publique yo, es la primera entrada de Fer en el blog. Está teniendo unos problemillas para recibir el correo para poder publicar.

Un saludo y espero que os guste.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Noche (en blanco, como el pescado)

Esa hora de frío pelón, de la manta de relente cayendo sobre el mundo. La luna está enmarcado a ésta hora por millones de estrellas adormiladas. La hora de las ciudades naranjas y las carreteras veloces. La hora de los pasos apresurados, de los zapatos con atronadores ecos. La hora de los murciélagos, de los vampiros. Asesinos, violadores. Ladrones furtivos, pasos en la azotea. Es la hora de las voces a tu espalda, de hundir el cuello en el chaquetón. De sombras, de escaparates cerrados. Todo el pescado vendido. Baraja metálica y hasta mañana. De camareros transportando de un lado a otro las colillas del local a golpe de escoba. De sillas en la mesa. La hora de hacer caja y de reir o llorar. La hora de sacar la basura al contenedor recién vacío. La hora del cerrojazo.
Es la hora de perder la cuenta de las campanadas. De perder la cuenta que la improvisada clepsidra de tu lavabo se empeña en que lleves. Es la hora de bajar las persianas y de cerrar la puerta. Luces fuera. El despertador puesto.
Cuando la tele-tienda. Llame ahora y le regalamos la felicidad. Escaleras plegables, exprimidores milagrosos. Cremas, cuchillos, gimnasia. relojes que marcan la hora de llamar. Compra, compra. Concursos, gane 1000 euros por contestar la adivinanza. Le regalamos la felicidad. Bendita felicidad. Es la hora de la NBA, de la película antigua y de la serie repetida. Del programa de sobremesa que se retransmite en diferido.
Ellos se levantan a mear. Horas de rodillas doloridas, de gemelos que se sobrecargan. Horas de camas calentitas, de sábanas suaves, de pesadas mantas. Cruje el televisor. Edredón anti-balas y... ¡a dormir! Es la hora del ascensor y de la puerta de la calle. Es la hora de la visagra mal engrasada. Las ambulancias, las motos, los silenciosos coches. Esa tapa de alcantarilla que golpea. Un beodo que pasa jurando en hebreo. Es la hora de que el del segundo se licencie en soeces obscenidades con su complaciente esposa. O con quien carajo esté. La hora en que el viejo no puede dormir. El asma. Los nervios. ¿Quién ha arrastrado esa silla en el piso de arriba?
Es el momento estelar para el sonámbulo. ¿Cómo puede roncar ese hombre así? Parece que está empezando a llover y me parece haber escuchado a un gato maullar. Y el grillo que no se calla. Es la hora del mosquito buscando cada recoveco de cada oreja donde zumbar. Un aullido, un eco.
Es la hora en que el bebé despierta a sus padres y a los míos. Es la hora de los jóvenes esfínteres relajados. La hora en que los enfermos se quejan. La hora de la tos.
Os hablo de la hora del Lexatin, de las ardentías y el Almax. Es la hora de soñar, de sufrir. La hora en que Morfeo se acaba el vasito de leche calentita. Es la hora del clamoroso silencio. Ese que parece inquebrantablemente frágil. Un silencio que te molesta en los oídos por su tremenda intensidad.
Una vuelta, y otra vuelta. Es la ansiosa hora del que quiere dormir pero se dedica a pensar. Almohadas recalentadas, sábanas que se caen, mantas que se salen y otra vuelta. Otra vuelta.
Y en medio de esa algarabía nocturna se encuentra ese infeliz con medio cuerpo fuera de la cama, contribuyendo al desequilibrio mundial. Derramándose sobre un papel. Solo. Sin más compañía que la voz de su cerebro y las horas que le quedan en su insomne velada.

martes, 3 de noviembre de 2009

Somos uno mas

Bienvenido Fernando (si es así como quieres que te llamemos).

Noche

Dejando las citas, aquí viene mi aportación:

1. Aquella noche fue en la que escribí mis mejores textos. Me dejé llevar, dando lugar a frases memorables, párrafos rebosantes de contenido y relatos espectaculares. Esa noche donde somnoliento daba el último toque a la obra y podía descansar plácidamente sabiendo que el deber había cumplido. La noche me inspiraba con su brillante oscuridad, dejándome siempre victorioso. Aquella noche en la que me alzaba como azote del mal y defensor del débil, pero también crítico con nuestra pasividad y permisividad. La noche me transformaba en payaso que reparte carcajadas y me arrancaba lágrimas de mis penas más profundas. La noche me dejaba señalar con dedo acusador y fulminante a quien lo mereciese, y me llenaba de romanticismo hirviente. La noche me dio todo sin pedir nada. ¿Dónde estará ahora aquella noche?

2. Día: Se acerca la hora de la merienda y aún no ha aparecido, ¡qué extraño!
Noche: Lo siento, llego tarde. Es que con la oscuridad pegada todo el rato no me aclaro con el despertador.
Día: No me importa que te retrases, pero no me vaciles.
Noche: En serio, que me tiene negro el despertador con la alarma.
Día: Bueno, ya estoy harto de cachondeo. Me voy, te veo mañana.
Noche: ¿Qué le habrá dado a éste? Será que últimamente no descansa bien con tanta claridad. O a lo mejor es que está muy quemado, todo el rato al Sol y sin protección. Estoy cansado, daré una cabezada un rato.
(Pasó el tiempo)
Día: Despierta hipo-lumínico.
Noche: Joder, me has fastidiado la mejor parte del sueño. Estaba ligando con una nebulosa estupenda.
Día: Han pasado 3 días desde que me fui y tú aquí, sin avisar ni nada. Mira cómo están los de ahí abajo, es un caos. Tendríamos suerte si no organizan la Tercera Guerra Mundial.
Noche: Hostia, la he liado parda. Me voy antes de que me pille el Jefe.
Día: Manda cojones, ahora tres días de luz sin parar y encima en pleno Agosto. Se van a cagar.

3. Era la ciudad de la nocturnidad eterna. Vivían en la oscuridad, acostumbrados a ello, poco les importaba. Habían oído hablar de la claridad de la mañana, pero ellos se contentaban con la luminosidad de sus candiles, velas y lámparas. Todo era frivolidad, picardía y lujuria. Eran calles bañadas en alcohol, tabernas añejas y una atmósfera cargada. Grandes salones con un escenario lleno de bailarinas ligeras de ropa y un pianista veloz que amenizaba la danza. Oscuros jardines y palacios majestuosos que contrastaban con chabolas diminutas de madera y losa. En la calle solo vagan borrachos, maleantes y locos. Y en la ventana de una de las casas estoy yo escribiendo. Me dispongo a deambular por las calles, pero no soy borracho ni maleante, y lo único que me falta es que piensen que estoy loco.

PD: Desde mi noche y con cariño quedan dedicados estos textos a quien quiera que los lea.
Un abrazo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Noche

“La noche puede inquietarte, sorprenderte, maravillarte, engañarte, jugar contigo. Mm, hacerte ver lo blanco, negro. Y lo irreal, real. Como una mujer, la noche puede ser tierna y dura. Oscura y luminosa. Atormentada y serena. Destructiva y creativa. Real y soñada. Por eso yo me apunto al turno de noche. Esas son las encuestas que habría que hacer, ¿quién quiere trabajar de día y quién quiere trabajar de noche? Yo soy un mensajero de la noche, vengo a prepararte para que la recibas, para que tu encuentro con ella sea dulce, provechoso y sereno. Y por eso he invitado a unos señores y unas señoras, que te van a hacer pasar una hermosa noche. Porque hay de todo entre los que vienen, emoción, aje, inteligencia, sensibilidad, espectáculo, veneno. Como una noche de estreno, empieza, Ratones Coloraos.”
____________________________________Jesús Quintero

Para ver la introducción del programa, dónde se ha producido esta coincidencia:
(http://www.canalsur.es/web/programa?pag=/contenidos/programas/ratones_coloraos/descripcion&programa=ratones_coloraos)

martes, 20 de octubre de 2009

Nueva palabra a definir...

Pidiendo fisculpas por esta dejadez os invoco a definir:

NOCHE


noche.

(Del lat. nox, noctis).

1. f. Tiempo en que falta la claridad del día.

2. f. Confusión, oscuridad o tristeza en cualquier línea.

Noche Buena.

1. f. Nochebuena.

~ cerrada.

1. f. Espacio de tiempo en que la oscuridad de la noche es total.

~ de bodas.

1. f. La del día de la boda.

~ de perros.

1. f. coloq. Aquella en que hace muy mal tiempo.

2. f. coloq. La que se ha pasado muy mal. El dolor de cabeza le hizo pasar una noche de perros

~ de verbena.

1. f. verbena (fiesta popular).

~ toledana.

1. f. coloq. La que se pasa sin dormir.

Noche Vieja.

1. f. Nochevieja.

buena ~.

1. f. La que se ha pasado con diversión, con quietud, descanso y sosiego.

la ~ de los tiempos.

1. f. Tiempo remoto e impreciso. Su recuerdo se pierde en la noche de los tiempos

mala ~.

1. f. La que se ha pasado con desvelo, inquietud o desazón.

media ~.

1. f. medianoche.

primera ~.

1. f. Horas primeras de la noche.

a buenas ~s.

1. loc. adv. coloq. a oscuras. Estaban, se quedaban a buenas noches Me dejaron a buenas noches

a prima ~.

1. loc. adv. A primera noche.

ayer ~.

1. loc. adv. anoche.

buenas ~s.

1. expr. coloq. U. como salutación y como despedida durante la noche o al irse a acostar.

cerrar la ~.

1. loc. verb. Pasar del crepúsculo vespertino a la falta total de la luz del día.

como de la ~ al día.

1. expr. como del día a la noche.

de la ~ a la mañana.

1. loc. adv. Inopinadamente, de pronto, en muy breve espacio de tiempo.

de ~.

1. loc. adv. Después del crepúsculo vespertino.

hacer alguien ~ algo.

1. loc. verb. coloq. Hurtarlo o hacerlo desaparecer.

hacer ~ en alguna parte.

1. loc. verb. Detenerse y parar en un lugar para pasar la noche.

hacerse de ~.

1. loc. verb. anochecer (venir la noche).

hacerse ~ algo.

1. loc. verb. Desaparecer o faltar de entre las manos.

~ y día.

1. loc. adv. Siempre, continuamente.

pasar de claro en claro, o en claro, la ~.

1. locs. verbs. Pasarla sin dormir.

pasar la ~ en blanco.

1. loc. verb. pasar de claro en claro la noche.

romper la ~ alguien.

1. loc. verb. coloq. Arg. y Ur. Salir de noche en grupo para divertirse hasta la madrugada.

temprano es ~.

1. expr. coloq. Denota que se hace o pide algo antes de tiempo.

V.

alcalde de noche

anteojo de noche

dama de noche

dondiego de noche

galán de noche

mesa de noche

mesilla de noche

mesita de noche

papagayo de noche

saco de noche

traje de noche


sábado, 10 de octubre de 2009

domingo, 4 de octubre de 2009

Árbol

1. Vuelvo, volátil y con voz suave.
Mi vana venganza me privó de la victoria.
La vanidad ejecutó mi cruel veredicto,
convirtiéndome en vil villano indigno.
Por mor de aquel árbol de rudas raíces,
fuertes ramas y frondosa hojarasca.
No me permitió arrancarlo de su arraigo,
siendo rival vigoroso que no pude derribar.
Dejando la derrota como último trance,
y heridas abiertas que me recuerdan la tortura.
Aún así no temed, no es mi definitivo lance.
Para la vuelta creé una nueva estrategia,
cultivada con cariño, constancia y paciencia
No quiero volver a caer en los mismos errores,
tropezar con las mismas piedras y
estamparme con los mismos árboles.
No perderé porque no es un árbol que derribar,
es un árbol al que tengo que sortear.

2. Dios: Ah, una cosa más antes de irme de vacaciones, ¿veis el árbol ese de ahí?
Adán: Sí, el grande del fondo del jardín.
Dios: Bien, ese es el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, no podéis comer de sus frutos, ¿entendido?
Adán: Po vale.
Eva: ¿Y eso por qué?
Dios: Porque lo digo yo y se acabó.
Eva: Cómo que se acabó, ¿quién te crees que eres?
Adán: Quilla, déjalo ya.
Eva: Me tendré que enterar del porqué, digo yo.
Dios: Bueno, nos vemos a la vuelta.
(Y al séptimo día descansó)
Adán: Creo que voy a acomodar la huevada, imitar a Dios tiene que ser un acto inteligente.
(Mientras tanto)
Serpiente: Tsk. Eva, ¿quieres probar lo que te han prohibido?
Eva: ¡¡¡Ahhh!!! Adán, una bicha. Adán, mátala.
Adán: Cago en San Peo. No se puede descansar en el Paraíso este a gusto.
Serpiente: Auch, métete el palito por el culito, Adán.
Eva: Mira, si ha dejado tirada toda la fruta.
Adán: Ni la toques, ya sabes lo que ha dicho el Jefe.
Eva: Venga hombre, ¿no quieres un poquito?
Adán: Después de la tortilla de patatas de huevos de ornitorrinco y las costillas de ñu, la verdad que no tengo hambre. Voy a seguir dónde lo dejé.
(Durante el descanso de Adán, Eva preparó tarta de fruta)
Adán: Coño, qué bien he dormido. Anda mira, tarta.
Eva: ¿Qué? ¿Está buena la tarta de fruta?
Adán: No jodas.
Eva: Para que te lo pienses dos veces antes de hacerme callar delante de ese arrogante.
Adán: Manda cojones.
Dios: ¿Pero qué es esto que tenéis aquí montado?
Adán: Lo que me faltaba.
Serpiente: Oye Dios, que estos hijos de la gran puta te han desobedecido.
Dios: ¿Cómo me habéis hecho esto, hijos míos? ¿Con qué cara voy yo ahora a las reuniones de dioses?
Adán: Yo no quería, es que…
Dios: No quiero excusas baratas. Tendré que castigaros. Eva, tú parirás con dolor.
Eva: Joder, a ver cómo compensas.
Dios: Y tú, Adán, sentirás el dolor de una patada en los huevos.
Adán: ¡No! Antes la muerte.
Dios: Ah, una cosa más. A la puta calle.

PD: El primer texto es la presentación de mi momentánea resurrección. No sé cuando volveré a publicar. Vuelvo a pedir disculpas, porque el verso sigue sin ser lo mío.
En el segundo he puesto la batidora a funcionar y he recogido pedacitos de humor (de los que me he acordado) de mi vida. Me he divertido escribiéndolo.
Intento volver a los orígenes y pasarlo bien escribiendo, aunque no sean grandes textos.
Lo dejo ya que me está quedando un texto muy tocho.
Un saludo, sigue siendo un placer poder escribir aquí.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Nada

1. Sea la negación del ser que es no ser por definición, sea como sea. Cuando todo haya quedado en un punto y no nos quede más que dar las gracias, el mismo ser que no será de todo corazón dirá de nada y nada quedará por decir

2. Entre tanta sinrazón, tantos gritos y hostilidad entendió por fin algo que nadie le había explicado. Estaba convencido de que lo más duro no es añorar la compañía, el aliento, el sonido y la vida. No. Lo verdaderamente duro es añorar la nada.

3. Hay quien busca la nada allá donde el Universo se precipita por expandirse. Afana su vida en que una onda no rebote, en que un haz no sea devuelto, en que una función alcance ese misterioso lugar donde el número ocho está tumbado. Hay científicos clarividentes con décadas de estudios que se ven limitados por su propia anatomía, encerrados en una mente finita incapaz de ir más allá de las elucubraciones sobre lo que podría ser la infinitud o la periodicidad. Hay mentes brillantes que quedan absorbidas en la incomprensión de lo más elemental, quedan atrapadas en el patio de juegos de la lógica, quedan cautivas con cuestiones ante las cuales la mente más llana quedaría exactamente igual de cautiva, ni más ni menos. Hay mares de inteligencia volcándose en un absurdo. Exploradores que han recorrido los límites de su propio ser.
¿Y qué han hallado al fin? Pues eso…

4. Sucedió como cuando dices una impertinencia en la mesa y tu madre dice “Come”, o cuando preguntas sobre el sentido de la vida mientras te acuestas y tu madre dice “Duerme”.
O quizás no sucediera exactamente así.
Él estaba muerto de frío cuando le preguntó a su madre por lo que les depararía su futuro al otro lado y ella contestó “Nada”.

5. –Oye, Juan, ¿tú mañana vas a estar todo el día pescando?
-Sí, ¿por qué?
-No, por nada.

6. Aquella gota de agua estaba cruzando el Océano Atlántico a braza. Y ahí es nada.

7. En mitad de la noche, cuando tu brazo se haya quedado dormido e intentes levantarlo sin conseguir que se mueva un ápice; cuando tus ojos de par en par no sean capaces de atraer el más mínimo atisbo de luz; cuando tu respiración no encuentre algo que la detenga, ni tus palabras un oído que las escuchen; cuando puedas patear el viento y tu espalda sea el único nexo que te une a la realidad y la cama, entonces y sólo entonces estarás en mitad de la nada.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Calma

1. Objelto usaldo palra dolrmir

martes, 1 de septiembre de 2009

Tormenta

1. Llovía en un día sin nubes
y tronaba sin haber rayos.
Soplaba un viento sin reparo
que agitaba el agua del mar.

Oscurecía y el sol en su lugar,
todo se tintó de negro,
su sombra se volvía inmensidad.

Se estremecía inconsciente su alma
y tiritaba al unísono su cuerpo.
Peleó por lo que una vez fue sueño
que no pudo cruzar la irrealidad.

Le hizo caer con él al averno,
todo se tintó de negro,
solo oía romper olas en el mar.

2. La vivencia de una violenta tormenta en un barco en el océano. Movimiento constante, a veces inesperado, pero siempre brusco. Rayos que golpean la mar y producen un sonido seco aterrorizador. El viento pega en el casco meciéndolo a voluntad. En medio del caos todo está bajo control. El capitán con pulso firme sigue la ruta pese a la firme oposición de su temido oponente. Él sabe que llegarán al próximo puerto, permaneciendo en sus retinas todavía, las imágenes del mar enfurecido.

3. Tormenta: La debacle.
Calma: ¿Qué pasa?
Tormenta: Que he pasado por su creatividad y sus diálogos han dejado de gustar.
Calma: Ah, que era eso solamente.
Tormenta: ¿Solamente? Pero si me han dicho que me está definiendo y no es capaz de sacar ideas de su mente.
Tercera Opinión: Creo que exageráis.
Calma: Mejor, a ver si se le quitan las ganas de escribir.
Tormenta: Pues me parece que a ti no te ha definido, es posible que en poco se ponga contigo.
Calma: Es verdad, que después de la tormenta siempre viene la calma.
Tormenta: Yo que tú tendría cuidado ya que tu reputación puede caer en picado.
Tercera Opinión: ¿No estáis llevando esto demasiado lejos?
Calma: No creo que haya necesidad de tener precaución. Pudo definirme antes y aquí sigo triunfante. Joder, ya me lo has pegado.
Tormenta: Ha sido sin intención, necesito las rimas para ponerle emoción.
Tercera Opinión: Pero si no os va a echar cuenta nadie.
Calma: ¿Oyes algo?
Tormenta: Las teclas del teclado dando el diálogo por finalizado.

PD: Si habéis leido esto:
- La poesía no es lo mío, perdón.
- Significa, además, que estoy muerto como definidor durante un período de tiempo indefinido. Los que me hayáis leído seguramente lo agradezcáis.
- Por último, este post-data, gracias a su contenido "auto-destructivo", explotará en un intervalo comprendido entre una mijita y un ratito.

viernes, 28 de agosto de 2009

Soledad

(Segunda parte: Yo me entiendo)

1. Os invito a dar una vuelta por la palabra soledad.
Tratando la soledad como un sentimiento de aislamiento involuntario. Es un sentimiento que puede llevar a confusión. Nos quieren hacer creer que pensar diferente es estar solo, porque la propia palabra diferente tiene la marca injustificada de la auto-marginación. La sociedad tiende a vivir en la franja de la normalidad que ella misma ha creado. Es entonces cuando la palabra normal se transforma en una falacia que solo sirve para dañar a quienes no entran en dicha franja. Pero todo esto es mentira y pretendo desenmascarar la verdadera cara de la palabra soledad. Realmente estás solo cuando no tienes la posibilidad de compartir un sentimiento, positivo o negativo, con otra persona. No tener con quien compartir un sentimiento de alegría puede no ser preocupante, pero seamos sinceros, nos gusta hacer partícipes de nuestra felicidad a otras personas y dar envidia a otras. Compartir tristezas es más complicado, porque el ser humano es por definición egoísta y todos tenemos problemas. Es por esto que la tristeza se vive en soledad o se acumulan los sentimientos negativos creando el detonador de nuestra propia explosión. Si en algún momento encontraseis a alguien capaz de compartir penurias, mantenedlo cerca cómo si fuese un tesoro porque al igual que éstos son raros y valiosos. Es posible que sea el único que piense así, pero os puedo decir solemnemente que ya no me importa, porque soy capaz de compartir estos sentimientos con todo el que me lea.

2. Ésta es la historia del ermitaño de un pequeño pueblo costero. Un día llegó al pueblo y desde entonces repetía metódicamente sus acciones, convirtiéndose en monótonas. Se instaló en la playa, en el lugar donde clavó la sombrilla aquel primer día. Todos los días mediada la tarde iba al pueblo y paseaba pensativo por las calles. Al principio la gente le miraba extrañada pero con el tiempo se acabaron acostumbrando. Uno de los veranos el alcalde inició las obras en una de las calles del pueblo. Con esto el ermitaño tuvo que cambiar la ruta y pasando por un callejón desconocido para él, se detuvo delante de la papelería del pueblo y exclamó:
- ¡Autodefinidos, coño! ¡Había venido por autodefinidos!

3. Le gustaba ser un tipo solitario. Disfrutaba de sus eternos paseos nocturnos, pudiendo contemplar en silencio el cielo oscuro y dejarse embrujar por el brillo centelleante de la luna. Escuchaba el rugido sordo de la ciudad sumida en la nocturnidad. Saboreaba el aire que le traía el mar con las batidas de sus olas. Fue en ese momento de máximo placer en el que una voz retumbó en su cabeza. Gritó y maldijo su mala suerte.

PD: Solo en inglés suena mejor (musicalmente, casi que también).
La soledad es un estado mental, a no ser que estés solo.

(Nota para mí mismo: Mi forma de escribir ha experimentado un cambio, antes pretendía llegar a escribir regular y ahora simplemente escribo mal.)

martes, 25 de agosto de 2009

Droga

1.

2.

(Los caligramas son míos, hechos a mano y escaneados con el ordenador. ¡Espero que resulten legibles!)

martes, 18 de agosto de 2009

Cielo:

1. Me gusta pensar en el cielo y el infierno como conceptos terrenales, más que como conceptos divinos o metafísicos que se desarrollan después de la muerte. De esto se ha beneficiado la religión a lo largo de la historia, proporcionándole a la gente algo de lo que no tienen constancia. A la creencia en algo que no existe se la llamó fe. La fe es el instrumento de manipulación de la religión. La palabra manipulación va unida al hombre de una manera tan inherente que estremece, y así es cómo la religión es un títere más, movido por los hilos del ser humano ruin y codicioso que solo quiere su provecho. A la manipulación de algo para enriquecerse lo llaman cielo aquellos que lo practican. Para todos los demás es el infierno de vivir en una realidad impuesta que pueden manejar a su antojo. Hemos conseguido separarnos, anestesiarnos y negar esta realidad para poder vivir sin el dolor de nuestra infernal realidad, obviando todas las atrocidades y peleando por algo placentero llamado felicidad que a efectos globales es ficticio pero individualmente es considerado el cielo. Nuestro cielo está dentro de un infierno inmenso del que no queremos saber nada. Pero no se preocupen, hay personas que son conscientes de esto. Gente que ha conseguido escapar del infierno y que pretenden rescatar a quien más lo necesita. La unidad es la fuerza, hasta que no volvamos a comprenderlo no podremos hacernos con las riendas de nuestro mundo. Tengo la esperanza de que suceda aunque haya perdido toda confianza en mi especie.
¿Qué quién soy?
Nadie en especial, solo alguien que ha llegado a construirse su propio infierno.

2. Cielo: Tengo gases.
Tierra: No jodas, juas.
Cielo: Más que de costumbre, idiota.
Tierra: Ah, será cosa de los humanos.
Cielo: Además me dan un calor y hay sitios dónde ya no tengo protección.
Tierra: Aunque la verdad que los humanos me quitan los que yo tengo así que no puedo quejarme.
Cielo: No me estás haciendo ni puto caso.
Tierra: ¿Qué decías?
Cielo: Así que no te puedes quejar, pues te voy a tirar un poco de la porquería de la que me llenan a ver qué te parece.
Tierra: ¡Ay, cómo pica!
Mar: ¿Qué pasa?
Cielo: Que éste dice no poder quejarse de los humanos.
Mar: Bueno, te bañaré con la basura que me echan.
Tierra: Joder, encima me pones perdido. Ahora que lo pienso ellos me quitan los árboles que me dan tanta sombrita, putos humanos.
Cielo y Mar: Sí, jodidos humanos.

3. Un ángel se escapó del cielo y a mi puerta llamó para mi impresión. No sabía que decir y entonces me habló. Quería que la dejase esconderse en mi corazón. ¿Qué podía hacer yo? Sentía una gran confusión. Después de mi vacilación, dejé que entrara en mi interior. La buscaron con tesón pero no encontraron su localización. Desde aquel día mi situación por completo cambió. En la tierra las puertas del cielo me abrió. No más miedo ni terror se apoderarían de mi control. Mi gratitud eterna por concederme tal galardón.

PD: Es una de esas palabras que me gusta cómo suena tanto en castellano cómo en inglés.
Regalarte un pedacito de cielo sería lo mejor con lo que podrían obsequiarte.

sábado, 15 de agosto de 2009

Sueño

1. Un destello blanco me ciega. De súpito viene a mi mente una imagen, un acantilado bastante accidentado y un valle desértico, en él una bonita casa blanca, bien iluminada y algo austera. Y en ella me encuentro, sentado en un banco de piedra a pocos metros de la casa contemplando el mar. De repente la veo, caminando hacia el acantilado. Soplaba una leve brisa, pero fue suficiente para que su pañuelo se desprendiera de su cuello y se alzara mecido por el viento rumbo al mar. Corrí como alma que lleva el diablo porque no podía dejar que se lo llevará. Era un símbolo y como decían en cierta película, los símbolos solo tienen la importancia que nosotros le damos. En este caso era tal la fuerza de ese símbolo que no podía dejar me lo arrebataran. El amor. Demasiado preciado como para perderlo y por eso salté del acantilado para recuperarlo. Una vez zambullido, divisé el pañuelo y lo cogí. Cuando me disponía a volver a la superficie vi cuan inútil era mi esfuerzo, ya que solo me hundía. Sentí miedo, pues sabía que era mi fin, pero tenía el pañuelo, era todo lo que quería. Miré hacia arriba y la vi a ella. Su expresión de tristeza me atravesó el corazón. Extendí el brazo alzando el pañuelo para que lo viera y esbocé una sonrisa para no parecer preocupado, y entonces ella también sonrió. En ese momento ya nada me importaba, deje de luchar contra mi verdugo y me acogí en su inmensidad. Podía descansar en paz.
(Nota del Autor: Es un texto que escribí hace un tiempo de un sueño que tuve, traumático (no se ahoga uno todos los días), por cierto.)

2. Hipnos: Bueno, ahí os lo dejo, os espero en el próximo.
Fantaso: ¿Qué hacemos? Porque “éste” aún no ha hecho acto de presencia.
Iquelo: Empecemos, al menos dejamos algo de trabajo hecho.
Fantaso: Pues empezaré con una cascada en medio de bosque con abundante vegetación.
Iquelo: Pondré algunos animalitos, a ver si lo entretenemos hasta que llegue.
Morfeo: Buenas, a ver como lo lleváis.
Iquelo: Le entreteníamos esperando que llegases, está bastante tranquilo.
Morfeo: Vamos a tener que darle algo de caña, cambiemos, ciudad de Nueva York, una persecución entre gánster y la policía.
Fantaso: Vale.
Morfeo: Tiros y más tiros.
Fantaso: De acuerdo.
Morfeo: Atropellos, un caos.
Iquelo: No es por molestar, pero te has dado cuenta de que es el sueño de un ateniense de media edad, filósofo en paro, de la Antigua Grecia.
Morfeo: Por Zeus, menuda cagada. En fin, vamos a tener que darle un billete rumbo al lago.
Fantaso: ¿Matarlo? Llevamos quince ya esta semana, no podemos seguir con esta dinámica.
Morfeo: La culpa es de Cronos que me tiene mareado. De todas maneras no hay otro remedio, a matarlo.
Tánatos: ¿Alguien me llamó?
Morfeo: Coño, que oportuno. Manda al Hades a éste, pero que parezca un accidente.
Tánatos: No será problema, pero deja de ver tantas películas.
Morfeo: Pues ya acabamos. Qué bien se siente uno cumpliendo con sus obligaciones.

3. No me gusta citar pero...

"¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
Pedro Calderón de la Barca. La vida es sueño.

... creo que esta vez es inevitable.

PD: Reconozco solemnemente que la producción ha sido muy floja.
Un día tuve un sueño...
... y creo que aún no me he despertado.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Nada

1. ¿Qué es nada?
Empezamos a hacer trabajar al cerebro, comenzamos a imaginar. No encontramos una realidad dónde plasmar ese concepto, nuestra mente no es capaz de definirla, es abstracto y un error. Es en este momento en el cual después de meditar un cierto período de tiempo de duración variable según el individuo, cuando nos percatamos del fallo y seguimos nuestro razonamiento hasta el origen para encontrar nuestro error. Nos damos cuenta de la inutilidad de imaginar este concepto, dado que la transitividad del verbo implica tener que imaginar algo y hallamos la paradoja en la pregunta inicial.
¿Qué es nada?
He aquí la incoherencia puesto que nada no es. Es algo que muchas veces se nos escapa ante la gran influencia que lo material tiene para nosotros. Siempre queremos una respuesta, necesitamos asociar un concepto a algo, dotarlo del ser, hasta tal punto que somos responsables de dotar de ser a nada. Somos culpables de tal fechoría puesto que nada ahora es a la vez una palabra y no es.

2. Académico 1: Buenos días, buen amigo.
Académico 2: Antes de nada explícame qué es esto.
Académico 1: Un articulito de nada.
Académico 2: Claro, nada menos que mi artículo, ése en el que había dedicado tanto tiempo.
Académico 1: Bah, no tienes por que darme las gracias, no he hecho nada más que salvar tu reputación de esa mediocridad.
Académico 2: ¿Las gracias?
Académico 1: De nada, hombre.
Académico 2: Y encima actúa como si nada, el tío sinvergüenza.
Académico 1: Para nada.
Académico 2: Además vacilándome, ahí es nada.
Académico 1: Pero si no ha sido nada.
Académico 2: ¿Nada? En nada te reviento los dientes, lo juro por el Nobel de la Paz que me darán después de ver cómo te dejo.

3. Consiguió atravesar la interferencia espacial sin sufrir ningún percance y llegó al universo de Nada. Aterrizó en el planeta Nada, al parecer nadie habitaba aunque después de una larga caminata llegó al poblado de Nada. Sus ciudadanos no le prestaban demasiada atención. Fue entonces cuando uno de ellos le dijo que pulsará el botón que tenía al lado. Al hacerlo todo ese mundo cayó bajo sus pies hasta que se desplomó en el suelo de su habitación. Algo aturdido, se prometió no volver a cocinar con setas alucinógenas.

PD: El que nada, no se ahoga.
Nothing at all: Ná de ná

lunes, 10 de agosto de 2009

sábado, 1 de agosto de 2009

Soledad

1. Nadie, ni un alma en la calle. Nunca Nueva York había estado tan desértico. Ni una persona en la quinta avenida a las tres de la tarde, ni un coche ocupado, ni un rascacielos habitado. Y así en absolutamente todas las ciudades del planeta, excepto una. En San Fernando, su único habitante se paseaba sonriente por las abandonadas calles. Ya era mala suerte para la humanidad que el último genio de la lámpara maravillosa fuese a parar a manos de un agorafóbico.

2. Era un tipo peculiar. Nunca perdía la sonrisa durante el día. Se relacionaba con todo el mundo de la aldea, dejaba que la gente dirigiese las conversaciones, se interesaba por los problemas de los demás y se le veía por la taberna regularmente. Sin embargo, era en ese sitio, durante la noche, cuando todo cambiaba. A veces se ponía a beber cerveza hasta que se caía del taburete, se entristecía mucho, o abandonaba el bar llorando directamente. Seguramente era el precio a pagar por ser escritor en una aldea en la que nadie sabía leer.

3. ¡Nadie me entiende! ¡Nadie! Y se encerró a llorar en su cuarto. Se sentía incomprendida, abandonada. Sola en el mundo. Y tenía derecho a ello: a fin de cuentas era una adolescente. Aunque en su caso se había cometido una terrible injusticia. ¿Cómo explicar si no que sus padres se negaran a pagarle un viaje a Las Vegas con una amiga para ver el último concierto en directo del año de Zack Efron con entrada VIP en la que se incluía la posibilidad de conocerlo, aún coincidiendo con los exámenes finales del curso y estando sus padres en el paro?

4. – ¿Has visto a ese engreído de allí? ¿Qué se cree?
- No sé que decirte, la verdad.
- ¿No sabes que decirme? Míralo, ahí en medio de la duna, sin absolutamente nadie alrededor.
- No creo que sea por su culpa. Quizá la gente no quiere acercarse por sus pinchos.
- O quizá el tenga esos pinchos para que no se le acerque nadie. ¡Venga hombre! ¿Qué se cree? ¿Un erizo?
- ¿Y cómo sabes tú lo que es un erizo?
- Lo leí en una revista de la Nacional Geographic. No eres la única iguana de por aquí que le gusta leer, ¿sabes?
- Puede ser, pero el caso es que no parece precisamente a gusto.
- Eso está claro. Ese color verde sólo puede ser por la envidia. Odia que nosotros tengamos gente con la que hablar. Fíjate, no se le acercan ni las serpientes. Ni una presa busca escondite en él. Hasta las arañas prefieren quedarse al sol a ponerse en su sombra.
- Más razón. Si nos envidia por relacionarnos, no usaría pinchos para ahuyentar a la gente. Todo lo contrario.
- Es un prepotente asqueroso. Fíjate, ha escogido el punto dónde más calor hace de por aquí, justo en el sitio dónde menos agua se puede captar. Psss… Chulo.
- ¿Pero que dices? ¡Él no ha escogido nada! Por dios, es un árbol. ¡Los árboles no escogen dónde nacen!
- ¿Eso es un árbol? Por favor… Una encina es un árbol. Un pino es un árbol. Hasta un naranjo de ciudad es un árbol. Pero eso… para mí eso no es más que una planta. Un arbusto gordo. Es indigno de llamarse árbol. Venga, que tengo prisa, vámonos.
“No se yo qué pensar”, seguía cavilando la iguana. “Probablemente yo también me volvería bastante pinchoso si estuviera así de sólo”.

5. Ya se había acostado todo el mundo. No quedaba ni uno despierto, todos sumidos en sus sueños y sus ronquidos. Sólo él estaba despierto. Afuera, en el patio, escribiendo bajo la luz naranja de un antiguo farol. Se levantó y cerró los ojos. Se concentró en escuchar el rumor del mar y las olas lamiendo la playa a escasos metros de donde estaba. Lo habían dejado absolutamente solo. A solas con sus pensamientos, con sus preocupaciones, con sus alegrías, con sus escrituras y con el mundo. Totalmente sólo. Por fin cojones. Por fin.

6. Llegó a su casa después del trabajo. Se quitó los tacones, puso su música favorita a todo volumen, se sirvió una coca- cola bien fría, se desnudó y se tumbó en el sofá bajo el ventilador. Suspiró de alegría. Menos mal que vivía sola.

7. Eran las diez de la mañana del uno de agosto. Sus dos niños de nueve (él) y seis años (ella) se acaban de ir de acampada quince días. Su marido trabajaba de lunes a sábado de ocho a seis. Era ama de casa. Llevaba todo el año esperando sus dos semanas de casi-vacaciones.

lunes, 27 de julio de 2009

Silencio

1. El sonido de las gotas de un día lluvioso, los pasos de personas en el pasillo de un edificio, una canción que te encanta sonando en la lejanía, la contemplación de un amanecer o un crepúsculo, la risa de alguien cercano, el llanto de un recién nacido cuando vas en autobús, una estúpida conversación a pocos metros, la tortura de tus pensamientos, el mar siendo nana para conciliar el sueño, tu respiración, el bullicio de una calle atestada una tarde de otoño, el despertador por la mañana, unas llaves que abren una puerta, los alaridos de los vecinos, el paso de las páginas de un libro, el estruendo de algo que cayó, una bolsa de palomitas en el microondas, el motor de un coche, tus pensamientos que vuelven para seguir con la tortura, el corazón de otra persona latiendo, el viento moviendo el follaje de los árboles, una compleja industria con un elaborado proceso de producción, una biblioteca, un hospital, una habitación de hotel, un restaurante, una sala de cine, una cárcel, el instituto y el final de la tortura en tu cabeza al finalizar un día más.

2. Silencio: …
Conversador: Ey, ¿qué de tiempo?
Silencio: …
Conversador: ¿Cómo estamos?
Silencio: …
Conversador: Veo que tan hablador como siempre. ¿Sabes con quién me encontré ayer?
Silencio: …
Conversador: Te lo diré, me encontré con tu mujer no sé si te lo habrá comentado.
Silencio: …
Conversador: Supongo que no. En confianza, es una mujer guapísima, debes sentirte afortunado.
Silencio: …
Conversador: La invité a tomar un café y estuvimos charlando. ¿A que no sabes lo qué paso?
Silencio: …
Conversador: No sé que le pasó pero se me abalanzó y quería que hiciéramos el amor allí mismo y he de decirte que no había conocido una mujer tan ardiente en mi vida. Tenías que haberla visto como retozaba su cuerpo con el mío sumido en una nube de sensualidad, mirándome con sus ojos lascivos mientras…
Silencio: Me cago toda tu estirpe, mejor que te vayas a tomar por culo, antes de que te muestre el camino con no muy buenas maneras.
Conversador: Hacerte hablar, tachado de la lista. Y decían que era imposible, vaya panda de paletos.

3. La muerte, soledad, es el silencio que todo acalla. El instante dónde echas la vista atrás para hacer balance. ¿Qué tal fue? Bien, mal, ya todo da igual. No te quedará otra mañana a la que regresar. ¿Miedo? Claro que no, posiblemente estés decepcionado con el transcurso de tu existencia en algunos aspectos, pero sé que no tienes miedo. Igual frustración, el sentimiento de saber que dejas demasiados cabos sueltos, pero no desesperes. Tu contribución a la humanidad no ha sido importante, pero que no te atormente, de haberlo sido tampoco sería relevante. A fin de cuentas todos acabaréis en el mismo lugar. Y tú ya sabes lo que les espera, oscuridad, soledad y por supuesto silencio.

PD: Siento la tardanza.
Silence, please.

viernes, 17 de julio de 2009

Tiempo

1. Se le hacía tarde para ir al trabajo, así que apuró el café mientras miró por la ventana que tiempo hacía. Un sol espléndido de junio, mejor dejar la chaqueta en casa. Cuando salió a la calle tras coger la cartera, un viento huracanado intentaba levantar la ciudad del suelo, así que fue a su dormitorio a coger algo de abrigo. Una lluvia torrencial, con rayos y truenos caía sobre la ciudad cuando volvió a abrir la puerta. Cerrola, cogió el paraguas del paragüero y volviola a abrir. Una densa capa de nieve cubría el jardín y blancos copos seguían cayendo sobre su coche. Fue a por el gorrito de su armario (le molestaba mucho pasar frío en las orejas) y cuando bajó de nuevo, un espléndido sol de junio acariciaba la calle. “¡Me cago en el puñetero cambio climático!”


2. Escúchame, ¿fuiste ayer a eso? Que va, voy mañana.


3. Era lo peor de ser famoso. Que todo el mundo te reconoce. Y lo peor, te ofrecen reconocimientos. Y si encima era científico y había participado en ese proyecto, era normal que lo invitasen a su estreno con una doble intención: homenajearlo y atraer público. Era lógico. Aunque esa lógica no le gustaba lo más mínimo. Es más, se cagaba en los muertos más frescos de la lógica, de la ciencia y de los que lo habían invitado. No le daba la gana de tranquilizarse, él quería bajarse de allí. Bajarse de allí ya. ¡Adelante!, gritó una voz a su espalda. ¿Adelante qué, cojones? ¡Yo me caaaaa… aaaaaaAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


- Señor Einstein, señor Einsten, ¿qué le ha parecido su experiencia en la montaña rusa?

- Relativamente larga.


4. – Enseguida bajo mi amor, estoy terminando de arreglarme.

- ¿Pero te falta mucho cariño?

- ¡Un segundo!


5. Bufff… ¡Qué de tiempo! Aquella mañana, antes de ir a la facultad, se puso a escarbar en el cajón de sus calzoncillos buscando encontrar alguno limpio de los que le gustaban, hasta que se topó con la caja de condones que llevaba meses sin tocar… Buf… ¡Qué de tiempo!


6. Con la p, instrumentomusicalsemejantealpianoquepuedetocarsemecánicamentepor pedalesopormediodecorrienteeléctricaobienunirseaélysirveparaejecutarpiezaspreparadasalobjeto ¡¡¡¡TIEMPO!!!! ¡Lo sentimos!


7. Un capricho en forma de flick-flack en la infancia, un casio de pulsera en la comunión, uno digital y moderno en la adolescencia, un regalo día de reyes en forma de peluco en la juventud, un hermoso presente familiar el día que terminas la carrera, un caro detalle el día de tu boda, y uno de oro el día de tu jubilación. Eso es el tiempo, lo que marca inexorable nuestros pasos y las etapas de nuestra vida.


8. - Afffghh…

- ¿¿¿Ya???

- Ya…


9. ¡¡¡RING!!! ¡¡¡RING!!!

- ¿Si?

- ¡Hola novia!

- ¡¡Hola novio!! Menos mal que me has llamado… Te echaba mucho de menos…

- ¡Pero si he estado en tu casa hace dos horas!

- Pues por eso mismo… qué de tiempo…


10. En fisiología mecánica, llámese al resultado del latido del reloj.

lunes, 13 de julio de 2009

PREMIOS 20MINUTOS

Bueno chicos, pues ya podéis pasaros a votar el Diccionario, solo tenéis que entrar aquí http://lablogoteca.20minutos.es/ y votar, los que no estáis registrados no se tarda nada y nos hacéis un favor.


Gracias a todos

lunes, 6 de julio de 2009

Bicicleta

1. ¿Alguien lo duda? El mundo gira como las ruedas de una bicicleta. El punto álgido de su esfera será mañana el punto más alto de nuevo. Todo es un volver a volver a rodar. Todo es una rueda movida por una cadena movida por un pedal movido por pie movido por una pierna.
Si tomáramos como punto fijo la bicicleta y nos pusiéramos en el hipotético caso de que la rueda de ésta rodara sin deslizar sobre el suelo, veríamos cómo es la bicicleta la que provoca en todo momento que la Tierra gire porque, de hecho, el planeta estaría girando según la velocidad que marcara la rueda.
Abstrayéndonos un poquitín más, veríamos cómo las nubes observarían a la bicicleta desde su propio movimiento y la verían estática mientras la Tierra sigue girando. Esto confirmaría nuestra (mi) teoría.
Al fin y al cabo todo se reduce a una pierna con un pie sobre el pedal unido a la cadena que mueve la rueda. Y el mundo.

2. Aquel sodomita encontró el verdadero placer el día que descubrió que podía montar en una bicicleta CON sillín.

3. Imagina lo que pasaría si cambiáramos las bicicletas por tractores. Obviando el hecho de que aumentaría la contaminación atmosférica y acústica porque existen más bicicletas que tractores, todo sería mucha más complicado.
El granjero tardaría mucho más en hacer todas las cosas que se supone que debería hacer con su tractor. Los agricultores no se manifestarían por la subida del gasoil. La cabalgata de Reyes se haría eterna. A Zapato Veloz se les habría salido de métrica la canción y habrían tenido que pedirle a su madre una Bicicleta Roja, que tiene mucho menos gancho y no los habría llevado a triunfar.
Por otra parte, El Cartero no habría llamado dos veces, sino que habría tocado dos veces la bocina de su tractor. El Tour de Francia estaría prohibido. El carril-tractor tardaría siglos en construirse. Los futbolistas le harían tractores a sus marcajes cuando quisieran zafarse de ellos. E.T. habría eclipsado a la Luna en su grácil (o no tanto) vuelo.
Un verdadero desmadre.

4. Si nos fijamos bien, un avión es como una bicicleta salvando que tiene alas, cola, motores, cientos de asientos y compartimentos para el equipaje, numerosa tripulación y que viaja surcando los cielos.
Si nos fijamos bien, un funcionario es como un jubilado salvando que tiene nómina.

viernes, 3 de julio de 2009

Silencio

Combo a 3 palabras


1. Pasa el tiempo, pasan horas minutos, sin respuesta, en silencio, dejadez, olvido, el silencio es dolor, el silencio hace mas daño que cualquier palabra mal sonante o descalificacion, el silencio llega dentro, te consume esperando una respuesta que no llega, el silencio es intentar un olvido, el silencio en una herida abierta es un puñado de sal, el silencio es matar lentamente a quien ya no quieres saber nada...

Sueño

2. Había pasado tanto tiempo que ya no sabia lo que era dormir una noche plácidamente y sin despertarse cada poco, todos los días con ojeras y dolores abría la puerta para pasar otro dia mas de la rutina, pero esa noche fue distinto termino en el sofá del salón dormido cuando veía una película, su mente comenzó a delirar y acordarse de lo que siempre le recordaba día a día, hora a hora siempre estaba allí permanentemente, lo que le estaba torturando y consumiendo, la angustia que lo perseguía, el sueño pasaba a la pesadilla y le hizo dar un sobresalto, pero no se acabo la pesadilla, porque no había llegado a dormirse...

Tiempo

3. Si el tiempo me da la razón, seguiré despierto

jueves, 18 de junio de 2009

Bicicleta

Respiró hondo. Se sentó y colocó los pies en los pedales, como vagamente recordaba que le habían enseñado años atrás. Por aquella época no tenía especial interés en aprender, aun así, le instaban a ello.

Comenzó a deslizarse por aquella cuesta que tantas marcas había dejado en su piel. Disfrutaba recordando los instantes que vivió subido a una bicicleta similar muchos años atrás. Al llegar abajo decidió ir sin un rumbo fijo.

Pedaleaba sin parar, viendo cómo docenas de personas pasaban a su lado sin tan siquiera advertir su presencia. Podía ver el estado de ánimo de cada una de ellas y, así, imaginar cómo serían sus vidas.

El viento golpeaba su cara haciendo que su pelo enmarañado intentara liberarse de su propia prisión, quedando finalmente libre y a merced del viento. Infinidad de imagenes pasaban por sus ojos. Tantos recuerdos. Tantos sueños por cumplir.

Finalmente paró. Comenzaba a atardecer. El sol se reflejaba en el mar, la luz se reflejaba en el mismo permitiendo ver una intensa gama de colores. Una lágrima brotó y se deslizó por su mejilla. No tenía nada que valiera la pena en la vida. Tan solo recuerdos y más recuerdos que no hacían otra cosa que atormentarle a cada segundo de su vida.

Abrió los ojos.
La vio.
Todo había sido un sueño.

lunes, 15 de junio de 2009

Bicicleta

1.
Con pelo ralo y cano, camina encorvado
el viejo que pasea formando este cuadro,
menudo y enjuto, y muy arrugado
con su gran nariz y sus lentes de antaño
de enorme montura y cristales gastados.
Su perfil afilado pasea el anciano
cuando niños guasones se ríen y señalan
la trompa y las gafas que forman su máscara.
Le tocan la moral y al abuelo lo enfadan,
y les grita furioso levantando las manos
“¿Acaso tengo monos en la cara?”.
Se espantan los niños mientras el viejo piensa
que a los viejos como él ya nadie los respeta,
sin darse cuenta de la broma ni del matiz
que encima de chiste lo lleva a la inversa
porque es sobre su gran nariz
dónde va montada la bicicleta.

sábado, 13 de junio de 2009

Nueva palabra a definir....

Señores, las encuestas no fallan, las nuestras por lo menos no, y el pueblo ha hablado.

BICICLETA

bicicleta.

1. f. Vehículo de dos ruedas de igual tamaño cuyos pedales transmiten el movimiento a la rueda trasera por medio de dos piñones y una cadena.





A definir señores.

martes, 9 de junio de 2009

Hielo

1. Hielo: ¡Qué calor! ¡No paro de sudar!
Hielo seco: Normal, no usas Rexona.
Hielo: Menos pitorreo.
Hielo seco: Deberías afincarte una neverita, como hago yo.
Hielo: Antes de llegar a la tienda me habré consumido.
Hielo seco: Halla tú.
Hielo: Lo que me voy a afincar es un Gin Tonic, que me lo paso mejor.
Hielo seco: Serás putero, irás derechito al infierno de los líquidos, junto a los fluidos corporales del pecado.
Hielo: Y me lo dice el que va vestido de blanco papal, pírate copito de nieve.
Hielo seco: Eso voy a hacer, me esfumo.
Hielo: Nunca mejor dicho.
(Lo que de verdad es surrealista, es el hecho de que os imaginéis dos hielos hablando entre ellos, porque total, yo ya sabía que estaba loco)

2. Un día más paseaba por las devastadas calles de lo que había sido su ciudad. Como fiel compañero su rifle, que le había mantenido con vida hasta entonces. Sabía que lo perseguían para abatirlo, pero sus pasos reflejaban la despreocupación del camino que iba a tomar. De repente, algo explotó a su lado y la onda expansiva le golpeó contra la pared de un edificio derruido, después de un leve aturdimiento, vio como un soldado le apuntaba desde el final de la calle. Sin darle tiempo para reaccionar al soldado, éste apuntó asestándole un balazo de hielo reluciente entre ceja y ceja. Era letal, el último de su extinta raza. Se caracterizaban por poseer un corazón de hielo tan espeso que ni la sangre que corría por sus venas era capaz de derretirlo. Ese soldado pertenecía ya a una larga lista de víctimas, que el ejército no podía permitirse si querían alzarse con la victoria en la guerra. Siguiendo su camino nuestro desconocido amigo, se encontró con una niña pequeña que sujetaba una sábana blanca con fuerza y salía de la estructura de lo que parecía un antiguo museo. Otra explosión tuvo lugar cerca, lo suficiente como para que éste cogiera a la niña y se la llevara corriendo a un lugar seguro. Los pasos de los soldados en ese momento eran ensordecedores y el llanto de la niña delató su posición. Nuestro desconocido dejó a la niña sentada, apoyada en la pared de una calle sin salida. De pie intentaba consolarla sin saber como Después de un buen rato decidió que no podía hacer nada más, el ejército la encontraría y se ocuparían de ella, él tenía que seguir huyendo para salvar el pellejo. Pero ya era tarde porque al darse la vuelta un oficial del ejército le apuntaba a la cabeza, cerró lo ojos y soltó el arma que cayó al suelo produciendo un golpe sordo. Sin vacilar, el oficial disparó y éste se desplomó. El oficial se alejó un poco del callejón para dar a conocer su posición. En ese instante la niña gateó hasta el cuerpo sin vida de su momentáneo protector, tocó con su mano el pecho de éste, fundiendo así su corazón de hielo que se transformaron en dos lágrimas que brotaron de sus ojos y le dieron la fuerza suficiente para expresarle a la niña su infinito agradecimiento con voz ronca. La palabra quedaría grabada en la memoria de la niña. Gracias.

3. Voy a ponerme a vender frigopies en un kiosco al lado de un oasis en medio del desierto, únicamente para experimentar la sensación de decirle a alguien que venga extenuado y deshidratado que lo que está viendo es un espejismo. Y todo esto sin salir del frenopático. Ni McGyver.

PD: Lo siento mucho.

Hielo

1. Llegó a un momento de su vida en el que lo tenía todo: tiempo, aceptación, ganas, lugar, música, amigos, dinero, desenfreno, alcohol... ¡pero no tenía hielo, copón!


2. Parecía que aquellas nubes tenían muy mala pinta. Llevaban días en aquel inmenso páramo al margen de la jurisprudencia del mismísimo Dios. De hecho ni el mismísimo diablo se habría sentido cómodo en aquel blanco infierno.
El frío era casi insoportable y se les encajaba en lo más profundo de sus almas.
¿Merecía la pena sentir tantísimo dolor tan solo por ser más que Amundsen?, ¿a caso valía la pena sufrir tanto por emular a Shackleton?
Si en aquel preciso instante le hubieran preguntado, es probable que hubiera dicho que no, que no merecía la pena, que debería estar con su mujer y con Peter.
Al menos tenía vocación. Además, en cierto modo se sentía orgulloso de tener bajo su responsabilidad la seguridad y el recuerdo para la posteridad de cuatro bravos hombres.
Es posible que no hubiera estado tan orgulloso si, paradójicamente, hubiera visto que dentro de unas horas allí yacerían Scott, Evans, Wilson, Bowers y Oates.


3. Cuando Spiderman se enteró de que Iceman estaba enamorado de Wonderwoman, le dio un beso de tornillo en toda la boca. Por romper el hielo y tal.


4. Pingu.


5. Himno de la poesía, lo que se debe mezclar con hielo:

Si te mezclas con limones de menos,
me quito el sombrero de la mente,
quítome la sombra del pensamiento.
Cuando no perturbas la noche fría,
cuando te sé suave y transparente,
cuando sé que se trata de poesía.

Adictos al transparente,
beodos noche y día,
paladar tan exigente
que bebemos poesía.
Nos tocamos la visera,
la frente del pensamiento,
si con hielo se nos mezcla
la salud y el sentimiento.
Asiduos a esos parajes
donde el alma está en quiebra.
La borrachera, por traje.
Por poesía, la ginebra.

Fríos abrazos en copas nos regalas,
malas compañías para espantar miedos,
buenos vasos con compañías malas.
¡Otra más, que es temprano todavía!
entre los aplausos que brindan los hielos
y la sombra que nos brinda la poesía.

Adeptos de tu religión
haciendo eses por calles.
Por idioma, una canción.
Por templos están los bares.
Nos tocamos la visera,
la frente del pensamiento,
si con hielo se nos mezcla
la salud y el sentimiento.
Asiduos a esos parajes
donde el alma está en quiebra.
La borrachera, por traje.
Por poesía, la ginebra.

6. Ante tanta presión y la gelidez del momento, su mirada se congeló y se quedó pegada al fluir espeso del tiempo. Se veía sobrepasado por un alud de emociones tan enorme que apenas ocupaban una ínfima parte de lo que estaba pensando en ese preciso instante.
Era frío y era eterno.


7. Hagamos un poco de ejercicio mental. Abstraigámonos de la tele, la música, el deporte y las obligaciones. Vamos a usar la imaginación:
Viajemos volando por encima de las ciudades, siguiendo cauces de ríos y rodeando montañas. Vamos al sur, como las golondrinas. Vamos a cruzar por la Autovía de las Pateras, cruzando el mar, pasando por encima de chilabas y zocos. Vamos a una tierra blanca y silícea. Una tierra de fuego y aridez. Tierra baldía y llena de vida. Imaginemos a un hombretón de complexión fuerte, nórdico y semidesnudo. Imaginemos que lleva horas bajo un sol omnipresente y sofocante. Supongamos que está nervioso y apurado. En un hipotético caso, se podría haber torcido un tobillo bajando una de entre todas aquellas enormes dunas.
Y bien, ¿en qué creéis que está pensando?

viernes, 5 de junio de 2009

Plafón

1. Era imposible. Había docenas de ellos. Más aún. Cientos. Miles. Todos acechándolo con su incandescente y cegadora mirada, intensa y petrificante. Como pequeños y variados basiliscos. Estaban ahí todos los días, todas las horas que pasaba en ese lugar, pero hoy estaban especialmente inquietos. Y eso le preocupaba sobremanera, no podía vaticinar nada bueno… Su madre le advirtió que no cogiera ese trabajo, también su psiquiatra, pero no los oyó. No quiso oírles. De repente, uno de ellos se lanzó hacia él desde lo alto. Pudo esquivarlo echándose hacia atrás, pero entonces tropezó con una estantería, y acabó derrumbándola. Todas las repisas de aquella sala estaban conectadas, así que poco a poco esa agitación los despertó a todos, y cientos, sino miles, de estas aterradoras criaturas sedientas de sangre se abalanzaron sobre él desde la altura. Comenzó a correr intentando huir de ahí, corrió hasta que le ardieron los pulmones y se le desgarraron los músculos. Pero fue inútil. Él lo sabía. Nadie escapa de los plafones. Mucho menos en aquél pasillo del Ikea.


2. El aterrizaje había sido desastroso, pero por lo menos aún estaba sano y salvo. Y la nave tenía arreglo. Como todavía era muy pronto para comenzar su misión, observó en su cuentatiempo universal adaptado, decidió descansar un poco y se tumbó en el… césped, informó su agenda-indentificadora integrada. Se estaba bastante fresquito tumbado bajo los árboles (no recordaba cuales ni le apetecía sacar el identificador de nuevo) y ya había pasado el primer ocaso, por lo que el cielo estaba oscuro y plagado de cuerpos celestes. En realidad, por lo recordaba de su Curso Intensivo Multidisciplinar Terrestre adaptado para esta misión, este planeta, VL-SS-4//8891 o “La Tierra” en sistema eponímico local, sólo tenía un ocaso, porque sólo tenía un satélite. Lo buscó en vano, pues estaba fuera de su campo de visión, así que se levantó para ver si estaba tras las raíces de los árboles. Lo encontró. Se quedó mudo de asombro, y así, con los ojos abiertos de par en par, varios minutos. Aquel satélite era precioso. Un gran disco blanco, el mayor que había visto en todos su eones de vida, colgaba del oscuro cielo custodiado por cientos de estrellas que adaptaban las más variopintas y curiosas distribuciones a su alrededor. En ninguno de sus libros había visto una representación gráfica tan maravillosa como aquella. Se tumbó de nuevo, pero en sentido opuesto, y estuvo varias horas admirando su danza celeste, de este a oeste, mientras ordenó a su agenda-identificadora integrada que le contara historias sobre “La Luna”, como decían los humanos. Su cuentatiempo universal adaptado le avisó de que ya era hora de empezar las prácticas de reconocimiento. Adoptó la forma humanoide que le correspondía, se teletransportó al centro de ocio-musical-social nocturno más cercano, y recordó lo aprendido en la asignatura Técnicas de Apareamiento No Reproductivo. A los dos minutos salía del local con una despampanante rubia que lo había invitado a su “piso” -habitáculo de permanencia sedentaria, recordó- y tras un breve paseo en el que siguió aplicando las técnicas aprendidas –no en vano había obtenido la calificación A++- llegaron a dónde tendría lugar el acto y las prácticas de reconocimiento. Nada más entrar en el “portal”, advirtió que tanto el techo como las paredes estaban decoradas con convexos discos blancos o grises y luminiscentes, que variaban en forma y simetría entre las distribuciones del edificio. Dentro del “pisito” de la hembra había más, de diferente ornamentación y tonalidades que tornaban al naranja o al amarillo, repartidas por absolutamente todos los rincones de la casa. A decir verdad, eran muy estéticos y demostraban muy buen gusto por parte de los humanos. Resultaba que aquella civilización, que la Unión Aliada Interestelar consideraba tan primitiva, adoraba a “La Luna” y la agasajaba con altares y homenajes por doquier. Una raza capaz de demostrar una sensibilidad tan afinada no podía ser clasificada con menos de un 4 en la escala cognitiva valorativa de especies. La muchacha se desnudó y le apremió, así que recordó la última consigna de las Técnicas de Apareamiento No Reproductivas: Una vez inmersas en el acto sexual, a las damas les gusta: sinceridad y obediencia. Ahora le vas a hacer el amor a lo más bonito que hay en este cuarto, dijo la rubia. Así que obediente, se colgó del techo y se folló el plafón.

miércoles, 3 de junio de 2009

Viaje

1. Voy volando, surco el cielo incesante y sin pausa, yendo a la deriva en medio de la inmensidad. Le doy movimiento a los inanimados árboles de un parque dotándoles de algo más de vida. Salto de edificio en edificio en enormes ciudades donde cualquier persona se perdería en cuestión de segundos. Acaricio suavemente las grandes extensiones de campo llenándolas de frescor. Me enfado y soplo con fuerza donde se ahoga mi grito de desesperación, pero después viene la calma, un momento donde puedo descansar antes de volver a empezar…

2. Avanzo turbulentamente por millares de paisajes y les doto de una uniforme monotonía. Pero en mi interior guardo celosamente los tesoros más preciados esperando a ser descubiertos. Soy sinónimo de la vida y se deleitan con mi quietud, pero consigo enrabietarme y es cuando paso a llamarme destrucción. Baño la arena infinita refrescándola. Proporciono hidratación, pero también hipotermia. Soy amiga de pocos, enemiga de todos los demás. Imagen de destinos turísticos y parajes paradisíacos, también de los peores cataclismos que puedas imaginar. Soy ambas caras de una misma moneda, soy el único sitio donde acaban tus recuerdo que necesitas olvidar, soy el lugar donde ahogas tus gritos de ansiedad.

3. El caos. Alias combustión, o así me bautizaron. Caliente y ascendente. Consumir mi único fin, hasta que no quede nada. Pero todo es armonía, una coreografía espléndida, mil veces ensayada. Sin imprevistos, sin sobresaltos. Mi llegada no suele ser bienvenida, es la única condena que me espera hasta la extinción. Mi muerte es siseante, ya que es ahí donde se pueden escuchar los lamentos de quien me he llevado conmigo porque en mi fulgor ensordezco todos sus quejidos. Incandescente, abrasador, llameante y cegador. Inmenso o diminuto es el mismo fenómeno, solo cambia mi efecto, casi siempre devastador. Tragaré todo lo que pueda, pecado, la gula, soy un glotón.

4. Llámalo creatividad, don, talento o quizás suerte, pero todos tenemos algo en común, la inspiración. Es fugaz y permanente, pasajera y sedentaria, viene, va y a veces se queda. Todos tenemos días en los que todo nos sale bien, que contrastan con días horriblemente malos en los que hubiera sido mejor no levantarse de la cama. Todos tenemos un repentino golpe de suerte en el que nos ocurre algo magnífico y momentos en los que la suerte nos da la espalda. Hay semanas en las que todos los días se nos ocurren ideas geniales y meses de vacío creativo. Ocasiones en las que somos totalmente optimistas y eternidades en las que somos pesimistas. La inspiración se sube al tren, hay días en los que te toca ir en el mismo vagón, pero desafortunadamente te llevarás otros tantos sin verla aparecer. No te preocupes, chaval, esta vez no ha habido inspiración pero seguro que la próxima será mejor.

PD: Al que consiga llegar hasta aquí le regalo un disparo de prueba con destino a mi cráneo, siguiente parada, hipotálamo con leve desviación al lóbulo occipital, gracias.