miércoles, 19 de mayo de 2010

Silencio

Llevo toda la noche naufragando en un mar de incertidumbre.
Rápidas punzadas recorren mi cuerpo. y el nudo de mi estómago no se quiere desatar.
La culpa aumenta, y a lo lejos escucho pitidos que no consigo diferenciar.
Ojalá los pudiera silenciar, y borrar esos recuerdos que me vuelven a atormentar.
Vuelvo a tener miedo, pues mi propia ausencia cada vez es más real.
Estoy cansada de que todo siga igual, de tener por costumbre renunciar.

Quiero olvidar esta noche, y que me despierte la realidad; pero se que no va a pasar.
Ni siquiera me voy a despertar.

Solo tengo ganas de estar contigo.
No quiero hablar más. Con nadie. Sólo quiero expresar.
De todas las formas que sé.

Necesito pegar un portazo y apartar con furia todo lo que me estorbe en mi camino
Quiero poder arañarte y morderte y besarte con todo el impulso que llevo dentro.
Necesito volver a ver más allá de esta puta habitación.
Quiero clavar en ti la más impetuosa mirada, y abandonar la inercia que me acompaña.

Sacar de mí lo más escondido y salvaje. Aquello que cada día debo soterrar.


Pero sigue el silencio, y no encuentro más que soledad.
No te acerques pues, si no me dejas gritar.

domingo, 9 de mayo de 2010

Guerra

No hay guerra mas dolorosa que la que nos toca sufrir con nosotros mismos, nuestra guerra personal esta en la cabeza, en quien te fallo, en quien te dejo, eso que dejo tanto daño dentro de nosotros mismos y contra lo que no podemos luchar, donde la sangre se convierte en lagrimas y el dolor en no podes seguir viviendo. Nuestra propia guerra, nuestra batalla personal

La angustia, la depresión, la impotencia, el odio, la resignación a tener que vivir así...

miércoles, 5 de mayo de 2010

GUERRA

¿Cuál es la imagen real?

¿Aquella que me devuelve el espejo? ¿La que descubren mis ojos al agachar la cabeza?
¿Acaso el reflejo que observo en los escaparates? ¿O tal vez la figura que muestran las fotografías?

En cualquier caso, percibo como la distorsión juega conmigo. O contra mí.

Ojalá pudiera VER realmente.

Simplemente, sin juzgar ni comparar.

Ella también acaba con lo más valioso: la vida humana, y por supuesto deja secuelas. Como las demás,da igual que siga existiendo porque mueve dinero.

Lo peor, es que todos y cada uno de nosotros hemos podido formar parte de ella desde múltiples posiciones... siendo bombardeados, aliándonos con el enemigo, sacrificando nuestros propios recursos, atacando con afán de tener el control... o simplemente mirando hacia otro lado.

Vivir cada día haciéndo(te) daño, y alejando a la vez a las personas que quieres es un infierno. Pero la peor pesadilla quizá sea darse cuenta de que tú también causas bajas y no poder poner freno.

Es un camino que no conduce sino a la más absoluta soledad y apatía.
Que te lleva a acabar yaciendo inerte para siempre en el campo de batalla.

¿Puede existir acaso guerra más ignominiosa
que la que se emprende contra uno mismo?

martes, 4 de mayo de 2010

Guerra

1. La batalla más esperada. Al alba en la cuadrícula que actuaba como campo de batalla. El ambiente estaba enrarecido, la brisa estaba cargada de electricidad y flotaban en el denso aire los aromas de la pólvora que iba a estallar, la sangre que iba a recorrer los filos de las espadas, las astillas de las flechas rotas.
Idénticas fuerzas al comenzar. Veíamos delante de nuestros ojos, a lo lejos, una hilera de valientes y bravos guerreros. Pobres aquellos que se precipitaran, pobres los que servían de parapeto, pobres los que sucumbieran ante los engaños.
No había odio en aquel lugar, no había lugar para tan oscuro sentimiento. Todo lo que se respiraba era la deportiva intención de matarnos unos a otros con la misma cantidad de ensañamiento que de piedad. No había rencores, no había resentimiento. Se planteaba la lucha de dos escuadras enfrentadas que se respetaban como se respetan dos iguales.
El cielo estaba cubierto, cerrado a cal y canto. Ni el Altísimo iba a poder ver lo que allí sucediera. Estaba empezando a llover cuando empezó la acción.
Se rompen las filas y uno de los nuestros (de los del centro, supongo) avanza hacia el enemigo. Su homólogo en las filas enemigas le sale al encuentro. Se movilizan las caballerías de ambos bandos. Algún clérigo se suma a la fiesta. Todo es una velada amenaza. Mientras tanto, yo permanezco junto a una de nuestras torres de defensa. Creo que tardará hasta que tenga que avanzar.
Vientos huracanados empezaron a soplar cuando el mundo se iluminó con un impresionante relámpago. El sonido del trueno correspondiente se confundió con un estruendo que provenía de las mismas entrañas de la Tierra. Parecía el fin del mundo. Un fuerte terremoto empezó a agrietar el suelo. El seísmo era de una intensidad desmedida.
Fue entonces cuando un alarido ensordecedor nos sorprendió por retaguardia. Era, sin duda alguna, la voz de nuestra altiva reina. Todo el Universo se paralizó. No hubo un miembro de nuestro ejército que no tuviera la sensación de haber cometido un grave error no-se-sabe-cuándo dejando ir a no-se-sabe-quién. Glóbulos rojos que huyen de la cara, manos templorosas, frentes perladas de frío sudor, el silencio de unas gargantas que dejan hablar al resto del mundo.
Poco a poco nuestras cabezas empezaron a volverse lentamente. Nadie quería ver lo que estaba pasando allí atrás. Y allí atrás los ánimos no estaban mejor.
Recuperada la calma y la compostura, nuestra señora miraba con desprecio a su rey, el cual le devolvía una mirada mezcla de sorpresa y súplica. Ella sólo acertó a decir "Joder, Juan Carlos".
Y pa' la caja. Su Majestad se había caído con el temblor.

Guerra II

1.” ¿No os he contado nunca cómo mi pelotón dio con la táctica para ganar la Segunda Guerra Mundial? Sería por 1944 cuando al llegar al Frente Occidental paramos en un pequeño poblado abandonado. Teníamos que informar de la posición e incidencias ocurridas. Fue un día caluroso y algunos soldados quedaron rezagados del pelotón, entre ellos el que llevaba la línea de cable telefónico. Mande un pequeño grupo en busca de los que quedaron atrás. Al poco tiempo regresaron, con cable telefónico pero sin soldados. Cuando por fin puedo hacer la llamada, doy la posición y acabo diciendo “Nothing to see here”. Afortunadamente la línea estaba pinchada y los alemanes interceptaron el mensaje. Al día siguiente cruzamos el paso que estaban defendiendo y nos sorprendió encontrarlo vacío. Cruzamos el paso y atacamos al ejército enemigo por la retaguardia, proporcionando una ruta clara para abrirnos paso hacia delante. Al cabo del tiempo pudimos saber lo que ocurrió, el ejército alemán interpretó mal el mensaje, entendiendo, “Nazis to see here”. A las pocas semanas redujimos su territorio de manera considerable y el gobierno nos permitió volver a casa después de varios meses de servicio. La próxima vez os contaré el triunfo de varios granos de café durante la Guerra Fría.”
________________Abraham J. Simpson

2. Bin Laden: ¿Está George Bush?
Operadora: ¿Padre o hijo?
Bin Laden: Hijo.
Operadora: Sí está.
Bin Laden: Que se ponga.
George Bush: ¿Diga?
Bin Laden: Hola, Walky.
George Bush: Hombre, Osama. ¿Qué se te ofrece?
Bin Laden: Me debes algo.
George Bush: Ya lo hemos hablado, no cumpliste tu parte.
Bin Laden: Pero si hice lo que me pediste.
George Bush: A nadie le gustó y al final es el pueblo el que manda.
Bin Laden: No puedes hacerme esto, Walky. Me pediste un espectáculo de acrobacias aéreas y eso hice.
George Bush: A la gente no le gustó que fuera tan… impactante.
Bin Laden: Bueno pero perdóname, George.
George Bush: Venga, vale. Pero que no se repita.
Bin Laden: Entonces, ¿me envías entradas para el espectáculo?
George Bush: Te deben estar llegando por fax.
Bin Laden: Gracias, Walky. Estoy deseando de ver el nuevo espectáculo de fuegos artificiales que vas a estrenar en Irak.
George Bush: No te lo pierdas, vas a explotar de emoción.
Bin Laden: Hasta luego, Walky.
George Bush: Adiós, Osama. Joder, que pesadito con las jodidas entradas. Menos mal que nadie se entera nunca de nada.

3. Y ahora explicar el porqué de algo sin razón. Seguramente por razones económicas. Para poder seguir esclavizando el pensamiento con el miedo. Para purgar la población mundial. Consolidar un sistema obsoleto. Tapar otro tipo de problemas y hacerlos menos importantes. Aprovechar el tiempo de controversia para hacer diversas pruebas. Poder mentir sin justificación ni medida. Sembrar odio y desesperación. Sea cual sea el motivo no es suficiente para evitar el deseo de la destrucción de la palabra guerra. No hay sentido en privar de vida a otro ser humano. Encadenar el desarrollo de una comunidad pacífica por la locura de la minoría. ¿De qué vale un derecho fundamental que no se cumple? ¿Para qué se proclama? Dejémonos de buenas intenciones y cambiemos a buenos actos. ¿Para qué bajar los brazos si con todo nuestro esfuerzo podemos conducirnos al camino? ¿Por qué dejar que asesinos nos gobiernen? Porque lo más fácil es mirar para otro lado y dejarnos llevar por la cara amable que nos proporcionan para que nos quedemos callad…

PD: En el primero permitidme la licencia lingüística. En el segundo la falta de tacto. Y en el tercero redimirme por el segundo.