martes, 18 de agosto de 2009

Cielo:

1. Me gusta pensar en el cielo y el infierno como conceptos terrenales, más que como conceptos divinos o metafísicos que se desarrollan después de la muerte. De esto se ha beneficiado la religión a lo largo de la historia, proporcionándole a la gente algo de lo que no tienen constancia. A la creencia en algo que no existe se la llamó fe. La fe es el instrumento de manipulación de la religión. La palabra manipulación va unida al hombre de una manera tan inherente que estremece, y así es cómo la religión es un títere más, movido por los hilos del ser humano ruin y codicioso que solo quiere su provecho. A la manipulación de algo para enriquecerse lo llaman cielo aquellos que lo practican. Para todos los demás es el infierno de vivir en una realidad impuesta que pueden manejar a su antojo. Hemos conseguido separarnos, anestesiarnos y negar esta realidad para poder vivir sin el dolor de nuestra infernal realidad, obviando todas las atrocidades y peleando por algo placentero llamado felicidad que a efectos globales es ficticio pero individualmente es considerado el cielo. Nuestro cielo está dentro de un infierno inmenso del que no queremos saber nada. Pero no se preocupen, hay personas que son conscientes de esto. Gente que ha conseguido escapar del infierno y que pretenden rescatar a quien más lo necesita. La unidad es la fuerza, hasta que no volvamos a comprenderlo no podremos hacernos con las riendas de nuestro mundo. Tengo la esperanza de que suceda aunque haya perdido toda confianza en mi especie.
¿Qué quién soy?
Nadie en especial, solo alguien que ha llegado a construirse su propio infierno.

2. Cielo: Tengo gases.
Tierra: No jodas, juas.
Cielo: Más que de costumbre, idiota.
Tierra: Ah, será cosa de los humanos.
Cielo: Además me dan un calor y hay sitios dónde ya no tengo protección.
Tierra: Aunque la verdad que los humanos me quitan los que yo tengo así que no puedo quejarme.
Cielo: No me estás haciendo ni puto caso.
Tierra: ¿Qué decías?
Cielo: Así que no te puedes quejar, pues te voy a tirar un poco de la porquería de la que me llenan a ver qué te parece.
Tierra: ¡Ay, cómo pica!
Mar: ¿Qué pasa?
Cielo: Que éste dice no poder quejarse de los humanos.
Mar: Bueno, te bañaré con la basura que me echan.
Tierra: Joder, encima me pones perdido. Ahora que lo pienso ellos me quitan los árboles que me dan tanta sombrita, putos humanos.
Cielo y Mar: Sí, jodidos humanos.

3. Un ángel se escapó del cielo y a mi puerta llamó para mi impresión. No sabía que decir y entonces me habló. Quería que la dejase esconderse en mi corazón. ¿Qué podía hacer yo? Sentía una gran confusión. Después de mi vacilación, dejé que entrara en mi interior. La buscaron con tesón pero no encontraron su localización. Desde aquel día mi situación por completo cambió. En la tierra las puertas del cielo me abrió. No más miedo ni terror se apoderarían de mi control. Mi gratitud eterna por concederme tal galardón.

PD: Es una de esas palabras que me gusta cómo suena tanto en castellano cómo en inglés.
Regalarte un pedacito de cielo sería lo mejor con lo que podrían obsequiarte.

3 comentarios:

  1. Pero como no estás, creo que se lo regalaré a Yo.
    Y Yo muy contenta dice: hace tiempo que nadie me regalaba un pedacito de cielo y se fue corriendo a contarlo a quien quisiera oirlo...

    un saludito

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  2. Eres muy puto amo, primo.
    Aunque no es de tus mejores diálogos, me has ganado con la primera acepción. Increíble.

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  3. Pues el primero me costó escribirlo y no quedé muy satisfecho al acabar, ni ahora tampoco.
    No iba a poner diálogo, igual tenía que haber escrito otra cosa.
    Y bueno, ésta junto con sueño muy flojitas, la verdad.

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