lunes, 27 de julio de 2009

Silencio

1. El sonido de las gotas de un día lluvioso, los pasos de personas en el pasillo de un edificio, una canción que te encanta sonando en la lejanía, la contemplación de un amanecer o un crepúsculo, la risa de alguien cercano, el llanto de un recién nacido cuando vas en autobús, una estúpida conversación a pocos metros, la tortura de tus pensamientos, el mar siendo nana para conciliar el sueño, tu respiración, el bullicio de una calle atestada una tarde de otoño, el despertador por la mañana, unas llaves que abren una puerta, los alaridos de los vecinos, el paso de las páginas de un libro, el estruendo de algo que cayó, una bolsa de palomitas en el microondas, el motor de un coche, tus pensamientos que vuelven para seguir con la tortura, el corazón de otra persona latiendo, el viento moviendo el follaje de los árboles, una compleja industria con un elaborado proceso de producción, una biblioteca, un hospital, una habitación de hotel, un restaurante, una sala de cine, una cárcel, el instituto y el final de la tortura en tu cabeza al finalizar un día más.

2. Silencio: …
Conversador: Ey, ¿qué de tiempo?
Silencio: …
Conversador: ¿Cómo estamos?
Silencio: …
Conversador: Veo que tan hablador como siempre. ¿Sabes con quién me encontré ayer?
Silencio: …
Conversador: Te lo diré, me encontré con tu mujer no sé si te lo habrá comentado.
Silencio: …
Conversador: Supongo que no. En confianza, es una mujer guapísima, debes sentirte afortunado.
Silencio: …
Conversador: La invité a tomar un café y estuvimos charlando. ¿A que no sabes lo qué paso?
Silencio: …
Conversador: No sé que le pasó pero se me abalanzó y quería que hiciéramos el amor allí mismo y he de decirte que no había conocido una mujer tan ardiente en mi vida. Tenías que haberla visto como retozaba su cuerpo con el mío sumido en una nube de sensualidad, mirándome con sus ojos lascivos mientras…
Silencio: Me cago toda tu estirpe, mejor que te vayas a tomar por culo, antes de que te muestre el camino con no muy buenas maneras.
Conversador: Hacerte hablar, tachado de la lista. Y decían que era imposible, vaya panda de paletos.

3. La muerte, soledad, es el silencio que todo acalla. El instante dónde echas la vista atrás para hacer balance. ¿Qué tal fue? Bien, mal, ya todo da igual. No te quedará otra mañana a la que regresar. ¿Miedo? Claro que no, posiblemente estés decepcionado con el transcurso de tu existencia en algunos aspectos, pero sé que no tienes miedo. Igual frustración, el sentimiento de saber que dejas demasiados cabos sueltos, pero no desesperes. Tu contribución a la humanidad no ha sido importante, pero que no te atormente, de haberlo sido tampoco sería relevante. A fin de cuentas todos acabaréis en el mismo lugar. Y tú ya sabes lo que les espera, oscuridad, soledad y por supuesto silencio.

PD: Siento la tardanza.
Silence, please.

4 comentarios:

  1. Eres un genio.
    El primero es algo que yo habría escrito si hubiera podido. Pero no pude.
    El segundo es un descojone enorme. Muy puro en ti.
    El tercero es sobrecogedor.

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  2. El primero es, sencillamente, una maravilla. Ninguna de mis definiciones de silencio (ni de nada) ha sido tan certera.

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  3. No no, el segundo sí que es tremendo.

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