viernes, 29 de enero de 2010

Árbol

Y tras largos años, se sentía joven en su experiencia de cortas miras pero tan viejo en su alma que se agolpaba a sus espaldas. Los caminos sencillos se hacían cuesta arriba si él los pisaba, la ruedas se cuadraban si las tocaba, las luces se apagaban si pasaba y llovía si le daba por pasear. Cerraba los ojos y soñaba: volaba por las estrellas y cruzaba los mares, dormía entre las nubes y nadaba junto a delfines.

Pero el frío no le es ajeno y se cercenaba su idealismo frustrado en la piedra que pisa, en la tierra que hace callos en los pies. Lógica formal, lenguajes abstractos y demás misteriosos lenguajes le dominan cuando intenta imaginar un día de rosa; no hablemos de la de bolitas amarillas que corrían a su alrededor si intentaba siquiera degustarse con el aroma del amor. Intentaba huir de aquello y flechas que le indican dónde va, de dónde viene y cómo tiene que ir le controlan a su paso. Derrotado, se ceñía en la cintura de su más amargo sueño, tal vez con la esperanza de que, al besarlo, pudiera ser de nuevo un cohete, un barco, una nube, un delfín... ¡o incluso un amor!

Y qué, si a cada segundo las manillas se torcían, las pantallas se licuaban para dar colores y sonrisas de payaso que, para su propia frustración, sólo le decían desde su propia enfermedad que su único intento de evadirse de la realidad más amarga y matemáticamente imperfecta era sumergirse en la peor de las pesadillas de colores, personas que no existen, de la amistad más convenida, de la función social más útil y concisa, sin más libertad que un DEL. Y mientras su cabeza se agigantaba y se llenaba de temores, dudas, irrealidades y la tristeza de una soledad concisa y real, se hundió de nuevo en ese mar que sólo provocaba odio, aversión y el germen de una soledad acompañada que sustituya a la vieja ansiedad.

Fue un iluso, creyó poder huir tras tanto cero y tanto uno. Y cuando mira y ve todo eso que le rodea desde delante de su mirada, piensa: “tal vez comí del árbol equivocado...”


PD: Una nueva entrada de nuestro compañero Fer. Que la disfruteis

1 comentario:

  1. Muy bueno Fer, coincido con Albert en que en algunos puntos asusta un poco.
    ¡Enhorabuena!

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