miércoles, 5 de mayo de 2010

GUERRA

¿Cuál es la imagen real?

¿Aquella que me devuelve el espejo? ¿La que descubren mis ojos al agachar la cabeza?
¿Acaso el reflejo que observo en los escaparates? ¿O tal vez la figura que muestran las fotografías?

En cualquier caso, percibo como la distorsión juega conmigo. O contra mí.

Ojalá pudiera VER realmente.

Simplemente, sin juzgar ni comparar.

Ella también acaba con lo más valioso: la vida humana, y por supuesto deja secuelas. Como las demás,da igual que siga existiendo porque mueve dinero.

Lo peor, es que todos y cada uno de nosotros hemos podido formar parte de ella desde múltiples posiciones... siendo bombardeados, aliándonos con el enemigo, sacrificando nuestros propios recursos, atacando con afán de tener el control... o simplemente mirando hacia otro lado.

Vivir cada día haciéndo(te) daño, y alejando a la vez a las personas que quieres es un infierno. Pero la peor pesadilla quizá sea darse cuenta de que tú también causas bajas y no poder poner freno.

Es un camino que no conduce sino a la más absoluta soledad y apatía.
Que te lleva a acabar yaciendo inerte para siempre en el campo de batalla.

¿Puede existir acaso guerra más ignominiosa
que la que se emprende contra uno mismo?

1 comentario:

  1. Creo que es lo más lógico y lo que aún no habíamos mencionado. La guerra contra uno mismo, la más autodestructiva, la única autodestructiva.

    Maravilloso aporte.

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